Dicen que las primeras ocho palabras de un texto son definitivas para la continuidad en la lectura de un artículo, las que atrapan al lector y lo hacen leer hasta el final. Y me pregunto yo: ¿qué es lo que hace que una ciudad atrape a sus habitantes y visitantes?
Guadalajara es una ciudad hermosa; rica en su historia y en sus habitantes.
Ubicada en Jalisco, México, es la segunda ciudad más importante del país por su población y por su desarrollo económico. Es el Estado más representativo de la cultura mexicana, descrita como: tequila, mariachi y charros.
En Jalisco se encuentran numerosos Santuarios, y el mayor Seminario y que más sacerdotes cosecha. Pese a su modernidad, es una ciudad de costumbres y fervor religioso.
Los principales santuarios son: el de la Virgen de la Concepción, en San Juan de los Lagos; la Virgen del Rosario en Talpa de Allende y la Virgen de la Expectación, en Zapopan; La Capilla de Santo Toribio Romo, en el poblado de Santa Ana de Guadalupe del municipio de Jalostotitlán y el Santuario del Señor de los Rayos, en el poblado de Temastián del municipio de Totatiche.
Confieso que nunca he ido a estos Santuarios, aun teniéndolos tan cerca. El que me es más familiar es el de La Virgen de la Expectación, mejor conocida como “La Generala” o “La Virgen de Zapopan”. Esta advocación peregrina por las parroquias del área metropolitana de Guadalajara y sus municipios; para pedir por un buen temporal; y cada 12 de octubre regresa a su casa, la Basílica de Zapopan, con una gran peregrinación que parte de la Catedral.
La vida en Guadalajara es normalmente tranquila, pero desde hace algunos años está teniendo un gran desarrollo en automóviles y en conjuntos habitacionales. También dicen que los habitantes de Guadalajara, o “tapatíos” somos muy exigentes: tiene más estaciones de radio que la ciudad de México y más centros comerciales. Y si un producto tiene éxito aquí, lo tendrá en todo México.
Como en la Viña del Señor, hay de todo, bueno y malo, mi ciudad no se escapa de los vicios, corrupción, baches e inundaciones en la temporada de lluvia, que comienza en junio y termina en agosto, aunque con lluvias esporádicas todavía hasta diciembre, y las de “febrero loco y marzo otro poco”.
Esta es una pequeña descripción de Guadalajara, la ciudad donde nací y donde siempre he vivido, espero haberles hecho imaginar, soñar un poco y motivarlos a conocer más.
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